
Francisco quiso seguir las palabras del Evangelio que dice "vende todo lo que tienes y sígueme", "toma tu cruz y sígueme", "deja padre, madre, esposa e hijos". Quiso ser pobre, obediente y casto como Jesús, que no tenía donde reclinar la cabeza, no tenía mujer e hijos y sólo hizo la voluntad de su Padre hasta dar la vida por todos nosotros. Francisco se asemejó tanto a Jesús, que incluso ha sido llamado "el otro Cristo".

Este estilo de vida sigue aún vigente, pero pocos quisieran abrazar esta vida. Sin embargo, aunque pocos respondan a este llamado, si vale la pena, pues lleva a un encuentro cada vez mayor con Jesucristo y los hermanos, viviendo el gozo y la alegría de servir al Señor y animar la fe de tantas personas. Conoce nuestra vida, se nuestro hermano, sigue a Jesús y a Francisco.